En el colegio se enamora de una chica alemana llamada Leni, devota nacionalsocialista. Solek se ve obligado a aceptar que su amor no tiene futuro, ya que está circuncidado y tener contactos íntimos con ella revelaría el secreto de su identidad. Tras varios meses sin verla, un día se decide a visitar a la madre de la chica, quien le informa de que Leni está embarazada y tiene intención de "dar a su hijo al Führer". Solek deduce que el hijo debe ser de su mejor amigo, Gerd, un ario que también está enamorado de Leni. La madre de Leni se da cuenta de que Solek no es quien dice ser; entonces él se derrumba y confiesa que es judío. Leni nunca lo descubre. Solek y Gerd se enzarzan en una pelea.
Más tarde, Solek recibe una llamada para apersonarse en una comisaría, con objeto de aclarar un problema con sus papeles. Están todos en regla salvo el Certificado de Pureza Racial. Él dice que está en Grodno y el comandante da orden de que se busque inmediatamente para evitar que caiga en manos rusas en caso de que la ciudad sea tomada. Cuando Solek abandona el edificio, una bomba cae encima de este, matando a Gerd, que estaba esperándole fuera.
Ya a punto de terminar la guerra, las Juventudes Hitlerianas reciben la misión de defender Berlín. Allí, Solek se entrega al Ejército Rojo. Sus captores se niegan a creer que no es alemán y Solek está a punto de ser tiroteado por un prisionero político comunista. El hermano de Solek, Isaak, recién liberado de un campo de concentración, identifica a Solek y le salva de morir disparado por los rusos. Al final de la película, Solek es liberado y emigra al Mandato Británico de Palestina (futuro Estado de Israel), donde abraza la fe de sus antepasados.